Lejos están los tiempos en que ser administrador de una sociedad, tenía todas las ventajas y ningún inconveniente, todas las oportunidades y ningún riesgo
Hoy en día, ser administrador de una sociedad encarna una serie de riesgos y responsabilidades, que usted, debería conocer.
Esta situación de riesgo ha sido generada por diversos motivos, tal y como se va dilucidando en las distintas modificaciones legales de las que estamos siendo testigos y que se pueden reducir en las siguientes:
Las modificaciones legales que afectan al administrador pueden reducirse en las siguientes:
1.- Mayor profesionalización de los órganos de gestión de la sociedad.
La mayor profesionalización de los órganos de gestión de la sociedad, de manera que se extrapolan las normas de la sociedades cotizadas a las sociedades limitadas.
El empresario ya no debe actuar en defensa el interés social, sino en interés de la sociedad.
Antes al empresario se le exigía ser buen padre de familia, y ahora se le exige actuar, con la diligencia y la buena fe de un empresario, estableciéndose un sistema efectivo de responsabilidad más severo y eficaz.
2.- Modificación de la Ley de Sociedades Mercantiles.
La modificación de la Ley de Sociedades Mercantiles, introduce cambios en relación a la responsabilidad de los administradores:
–Se delimita y gradúa la responsabilidad el Administrador, siempre y cuando se encuentran detalladas sus funciones y responsabilidades. –Se excluyen del ámbito judicial las decisiones de carácter estratégico y de negocio, siempre y cuando se garantice la existencia e implantación de un Sistema de Toma de Decisiones.[ –Se extiende las responsabilidad de los administradores a los “administradores de hecho” a aunque no tengan titulo. –Obligación de establecer un Sistema de Remuneración para el administrador basado en la definición de sus funciones, responsabilidades y situación económica de la empresa, aprobado en Junta General y reflejado en estatutos.
La profesionalización de las empresas supone un mayor riesgo para los consejeros
Estas modificaciones tienden a la profesionalización de las empresas, pero suponen un mayor riesgo a los consejeros de las entidades, de forma que una mala gestión o una decisión equivocada puede llevar a los mismos a la pérdida total de su patrimonio o a enfrentarse a responsabilidades muy graves en todos los ámbitos.
Las claves para la protección de la responsabilidad del administrador son el asesoramiento y un protocolo de actuación
Solo un buen asesoramiento y un protocolo de actuación pueden reducir las responsabilidades a las que los administradores se enfrentan.
El protocolo de actuación incluye:
Un sistema de toma de decisiones, que garantiza la discrecionalidad empresarial.
La implantación de un Comité de Dirección, como órgano colegiado de la sociedad en la toma de decisiones estratégicas y de negocio.
La implantación de un sistema de remuneración que además de obligarle a cumplir con la ley, sea el más beneficioso para usted, desde el punto de vista tributario.
La responsabilidad del administrador, consejero o empresario puede abarcar asuntos legales, fiscales, regulatorios, financieros y operativos, por esto un asesoramiento integral y constante, es necesario para que conozca que deberes se le exigen, su responsabilidad y cómo defenderse en caso de que se ejerciten acciones de responsabilidad contra usted.
Si desea añadir su punto de vista o tiene alguna consulta, déjenos su comentario.
Ana Cristina Carrillo Fernández
Socia-Directora en Carrillo Asesores