¿Qué es la inteligencia artificial?
Desde hace semanas, cada vez son más las noticias que nos llegan sobre el gran potencial que están alcanzando sistemas que integran inteligencia artificial en su software. Sin duda estamos presenciando el boom de este tipo de aplicaciones.
La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que permite crear sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana, como el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural o la generación de contenidos. Entre los ejemplos más recientes y populares de IA se encuentran ChatGPT, Midjourney o Jasper AI, que son capaces de generar textos, imágenes o conversaciones a partir de unos pocos datos de entrada.
Entre las grandes empresas tecnológicas ha empezado la carrera para ser el caballo ganador. Y es que Microsoft dio un paso de gigante el pasado mes de febrero al presentar su nuevo buscador Bing, el cual integra ChatGPT y, posteriormente, la función Copilot que implementará en su paquete Office. De la misma manera, Google, Adobe, Nvidia y otras grandes tecnológicas han mostrado sus herramientas de IA.
El desafío de su aplicación
El uso de la IA también plantea una serie de cuestiones legales que deben ser tenidas en cuenta por los desarrolladores, las autoridades y los usuarios. Algunas de estas cuestiones son:
La responsabilidad: ¿quién es el responsable de los daños y perjuicios que pueda causar la IA? ¿El creador del sistema, el proveedor del servicio, el usuario final o el propio sistema? ¿Qué criterios se deben aplicar para determinar la culpa o la negligencia?
La propiedad intelectual: ¿quién es el propietario de los derechos de autor o de las patentes de las obras o invenciones generadas por la IA? ¿El creador del sistema, el proveedor del servicio, el usuario final o el propio sistema? ¿Qué requisitos se deben cumplir para que una obra o invención sea considerada original o novedosa?
La protección de datos: ¿cómo se garantiza el respeto a la privacidad y a la seguridad de los datos personales que se utilizan o se generan por la IA? ¿Qué medidas se deben adoptar para evitar el uso indebido o la divulgación no autorizada de dichos datos? ¿Qué derechos tienen los titulares de los datos sobre su acceso, rectificación, cancelación u oposición?
Estas y otras cuestiones legales suponen un reto para el desarrollo y la aplicación de la IA, pero también una oportunidad para crear un marco normativo adecuado que fomente la innovación y la confianza en esta tecnología. Para ello resulta imprescindible la cooperación y la armonización internacional en materia de IA con el fin de evitar una situación de incertidumbre y complejidad jurídica por la falta de consenso o claridad sobre los conceptos y principios aplicables a la IA.
¿Qué regulación existe actualmente?
La Unión Europea en el año 2017 publicó el Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la “Inteligencia artificial: las consecuencias de la inteligencia artificial para el mercado único (digital), la producción, el consumo, el empleo y la sociedad”, mediante el cual ya señaló la necesidad de adoptar marcos políticos universales, homogeneizados y coherentes para la IA dado los retos que planteaba su implementación en la sociedad y su repercusión sobre la legislación existente.
Asimismo, la Comisión publicó en el año 2019 las Directrices éticas para una Inteligencia Artificial de confianza y en 2020 redactó el Libro Blanco sobre Inteligencia Artificial.
El pasado mes de abril de 2021, la Unión Europea presentó la propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establecen normas armonizadas en materia de inteligencia artificial (Ley de Inteligencia Artificial). El pilar sobre el que se basaría el marco regulatorio sería el establecimiento de diferentes niveles de riesgos (riesgo mínimo o nulo, riesgo limitado, alto riesgo y riesgo inaceptable) que clasificarán los sistemas de IA con el objeto de establecer obligaciones adecuadas según el tipo del que se trate. Además, se contempla la creación de la Junta Europea de Inteligencia Artificial, cuya función sería garantizar la homogeneización y supervisión de la aplicación de este Reglamento.
A día de hoy el Parlamento Europeo sigue estudiando una legislación de gran alcance con el fin de adoptar una regulación que contemple los principios y controles necesarios para el desarrollo y utilización de la IA. Adoptada esta posición, comenzarán los diálogos entre las instituciones de la Unión Europea para ultimar la ley.
El futuro de la inteligencia artificial
Un grupo de más de mil expertos en IA y ejecutivos de la industria tecnológica, entre los que se incluye el magnate Elon Musk o el cofundador de Apple, Steve Wozniak, solicitaron pausar seis meses los sistemas más potentes como ChatGPT. Las razones no son otras que las consecuencias desastrosas que puede conllevar el desarrollo de la IA sin las medidas de control adecuadas.
En conclusión, la IA es una tecnología con un gran potencial y un gran impacto en diversos ámbitos de la sociedad, pero también con una serie de implicaciones legales que deben ser analizadas y abordadas con criterio y equilibrio. La regulación de la IA debe ser confiable y adaptada a las características y necesidades específicas de cada caso, pero también coherente y coordinada con los valores y objetivos comunes que rigen la Unión Europea, con un enfoque a prueba de futuro ya que se trata de una tecnología de rápida evolución.
Sergi Martínez - Departamento Jurídico Grupo Carrillo
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